miércoles, 18 de octubre de 2017

DISCUSIONES POLÍTICAS: un camino a la nada

Me pregunto cual es el sentido -si lo tiene- de la discusión o el debate político. Aunque podría, en principio, responderme que "no",  considero que el interrogante merece una respuesta más compleja.Digo esto, porque la charla en mesa de café de temas de cierta trascendencia, se realiza -como podría esperarse- sin disponer de una base ideológica sólida. Es evidente que la mayoría de los que nos enredamos en estos -a veces- laberintos dialécticos, en general carecemos de los argumentos que justifican la existencia de un determinado problema, remitiendo la compulsa a  cuestiones más bien partidistas que nada tienen que ver con la esencia ideológica, convirtiendo lo que debería ser una charla reflexiva en una batalla de diatribas lanzadas mutuamente. Decidir en forma coloquial, si el gobierno de los Kirchner fue más o menos corrupto que el de Menem  o  Macri -por tomar solo un ejemplo-, no es tema en el que se vaya a arribar a conclusión alguna -como en cualquier discusión-, mucho menos si los debatientes están vestidos con la camiseta del fanatismo ciego o del interés personal , que en el caso de los argentinos suele inclinarse "en la dirección de los vientos". Cómo sucede con el enamorado/a, por más deletérea y objetiva que pueda resultar la observación acerca del ser querido; jamás hallaremos en el -o ella- mancha alguna que ensombrezca su "imagen angelical". Aquí, cada uno expone su parecer más que su conocer, lo que generalmente se halla teñido de parcialidad, pasión, tradición y sensibilidades varias ajenas al carácter analítico que debería poseer. Diferente a esto es la disertación o conferencia, en la que alguien explica su punto de vista sin interrupciones, más allá que su punto de vista difiera diametralmente de la mayor parte del auditorio.  De acuerdo a lo anterior, sugiero como conducta prudente, evitar complicarse en "coloquios barriales" si en ellos no estamos dispuestos -por ignorancia o desidia- a profundizar objetiva y no subjetivamente en el credo de la cuestión. No sería más que una pérdida de tiempo, pudiendo llevar al quiebre de relaciones y muchas veces a desnudar la naturaleza visceral de las partes.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario