lunes, 10 de junio de 2019

PARASITISMO SOCIAL

Parásitos unicelulares: las protozoosis en veterinaria –– Mis animales      Pienso que, a través de la historia, las personas se dividen entre los que viven para la vida, y los que viven de la vida. En otras palabras, aquellos que ingresan en la existencia con el ánimo de crear, producir, construir; y los oportunistas -paracaidistas- que se aprovechan de las diferentes circunstancias que se les presenta para sacar el rédito más conveniente sin haber aportado un ápice de pasión, trabajo, creatividad, sacrificio, dedicación. Es decir, los eternos seres prácticos que se disponen para el lado que sopla el viento, usufructuando todo lo que la naturaleza y el trabajo de otros crearon.
    
    Después de exprimir "la teta hasta la última gota", desaparecen sin dejar rastros y al poco tiempo la amnesia colectiva los olvida sin penas ni glorias. Pero hasta entonces, levantaron todo lo que pudieron..., y se salvaron.
   En cambio, para los otros, los que arriesgaron, trabajaron, responsables constructores y actores de la vida social, solo quedaron algunos honores y muchas cargas, un efímero recuerdo y, en el mejor de los casos, ciertos dividendos materiales y espirituales, cómo la satisfacción del deber cumplido, por supuesto, a costa de renunciamientos, cachetazos y sinsabores y una "cicatriz" provocada por los años de desgaste corporal y psicológico.
   No hablaré de injusticia, porque la justicia humana es una entelequia desdibujada en el laberinto de los siglos. ¿Pero no les parece para nada equitativo? ¿De que lado está?

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